Primero vinieron a por los raperos pero como yo no lo era, no me importó. Después vinieron a por los titiriteros pero como yo no lo era, tampoco me importó. Luego vinieron a por los tuiteros, pero como yo no tenía Twitter, no me importó. Cuando vinieron a por mí, ya no había nadie para defenderme. SIN LIBERTAD DE EXPRESIÓN NO HAY DEMOCRACIA: QUE NO TE CALLEN
VIRAL utiliza ricas galletitas (cookies), si sigues navegando aceptas su uso. Saber más.Aceptar