Proyección CAMBIO DE REINAS (Marc Dugain, Francia)

CAMBIO DE REINAS – Ciclo ‘Cine entre bambalinas’
L'échange des princesses
Francia, Bélgica 	2017		100’
Dirección: Marc Dugain
Guión: Marc Dugain, Chantal Thomas
Fotografía: Gilles Porte
Música: Marc Tomasi
Reparto: Lambert Wilson, Gwendolyn Gourvenec, Andrea Ferrél, Kacey Mottet Klein

Tras años de guerra entre Francia y España, que han dejado a los dos países debilitados, Felipe de Orleans, el regente de Francia, pone en marcha un plan para consolidar la paz entre ambas naciones. Casará a su hija de 12 años con el heredero del trono español y a Luis XV, Rey de Francia, con Mariana Victoria, de 4 años, Infanta de España. Una adolescente y una niña se verán atrapadas en una red de alianzas, traiciones y juegos de poder.

Premios César 2018 – Nominada a Mejor Película Extranjera

Para que luego digan que en España no quedan monárquicos, el traductor de la original Intercambio de Princesas ha ascendido a sus personajes a la categoría de Reinas. No sabemos qué le habrá parecido a Chantal Thomas, autora de la novela original en la que basa el filme. Es de suponer que la película sí que habrá sido de su agrado, pues más academicista no puede ser. Muy bien ambientada y fotografiada, peca de cierta frialdad teatral en busca de ese ambiente malsano, antinatural y claustrofóbico con el que la autora y el realizador identifican la vida en la corte. No esperen movimientos de cámara epatantes: todo aquí se fía a la interpretación. Luego está el tema de Lambert Wilson como Felipe V, soberano más francés que el camembert que, de golpe y porrazo – ¿será por el agua de Madrid?–, la película retrata como repositorio de todos los estereotipos que sobre los españoles tienen los galos: apasionado, caprichoso, y aficionado a esa cosa tan cruel de los toros. Solo le falta subirse a un tablao y degustar paella. Más allá de los tópicos, la denuncia del heteropatriarcado, verdadero objetivo del filme, es demoledora. Ver cómo se juega con la vida de dos niñas (una de 12 y otra de tres), casándolas por intereses de política internacional indigna y a la vez alegra: por más que lo defiendan los fatalistas y por más que nos quede mucho por hacer, algo hemos mejorado en tres siglos. (Rubén Romero, Cinemanía)